Algunos bancos panameños han optado por no abrir cuentas a ciudadanos o a empresas estadounidenses, y no aceptar la apertura de cuentas a sociedades con acciones al portador, como mecanismo de protección por recientes leyes de Estados Unidos (EU).

Aún no se sabe a ciencia cierta cuál será el impacto de la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas Extranjeras (FACTA, por sus siglas en inglés), aprobada en 2010 como parte de la Ley de Incentivos de Contratación para Restaurar el Empleo (Hire Act).

Con el FACTA, los bancos que operan en la plaza panameña, que tengan un agente o banco corresponsal en EU, estarían obligados a informar automáticamente a las autoridades estadounidenses sobre sus clientes que poseen nacionalidad, ciudadanía o residencia estadounidense. Con esta medida el Gobierno de EU busca combatir la evasión fiscal estadounidense.

Por el momento, y mientras esperan la regulación del FACTA, algunos bancos han optado por no abrir cuentas a ciudadanos o a empresas estadounidense como mecanismo de protección y para cuidar su reputación.

Otros abren las cuentas con condiciones. El depositante, luego de pasar por el tamiz de “Conoce a tu Cliente” y debida diligencia, debe firmar un documento que autoriza al banco a suministrar información en caso de que una autoridad estadounidense lo requiera dentro de un proceso administrativo fiscal.

Esta ley le va representar costos adicionales a los bancos para adecuarse a los requisitos de FATCA.

Ello incluiría la implementación de nuevos sistemas, capacitación de personal, nuevos departamentos, incluso nuevo personal.

Aunque el secretario general de la Superintendencia de Bancos, Amauri Castillo, reconoce que en el centro bancario panameño el volumen de depósitos de estadounidenses no es significativo, advierte que “no podemos olvidar que EU es el principal socio comercial de Panamá.

Cerca de un 80% de los depósitos extranjeros en Panamá proviene de países latinoamericanos.

“Posiblemente haya algunos depósitos que puedan salir, que a lo mejor están colocados aquí con algún interés de no declararlos en EU. Pero para ser honesto, esos no son los depósitos en que Panamá tiene realmente un interés”, remarcó el funcionario.

Hizo la salvedad, además, de que la banca local y la internacional que participa en esta plaza tampoco favorece o alienta ese tipo de depósitos. Pero la afectación de estas leyes estadounidenses no solo es una preocupación en Panamá, sino también en otras jurisdicciones.